En casa de pronto las bacterias y virus hacen de las suyas y al hacerlo llegan a mermar la salud de los inquilinos. Un instrumento infalible y muy útil que siempre debe estar a la mano en nuestros hogares es el termómetro, pues nos ayudará a saber si nuestros pequeños o cualquier otro miembro de la familia presenta fiebre o calentura.
El termómetro de permite tomar la temperaturas en diversas partes del cuerpo, las más comunes son:
- AXILAS: El niño necesita permanecer quieto unos minutos para no alterar el resultado. Es ideal para usar cuando el niño se encuentra dormido.
- BOCA: En este tipo de medición se utiliza con mayor frecuencia un termómetro digital o de mercurio. Ofrece resultados precisos y solo basta introducir la punta del termómetro bajo la lengua. No se recomienda usarlo cuando se tiene congestión nasal o tos persistente porque obliga a abrir la boca para respirar y ofrece variaciones en la medición de la temperatura.
- OÍDO: Este es el más efectivo y se puede utilizar en niños de cualquier edad, pues la lectura es rápida y precisa.
TIPOS DE USO FRECUENTE:
DIGITAL: Es fácil de usar, seguro y preciso. Funciona a través de un sensor colocado en la punta flexible y resistente. Se coloca en la lengua y tarda un minuto en dar la lectura de la temperatura en una pantalla digital.
MERCURIO: Es el más común. Por lo general se coloca en la axila, debajo de la lengua o en el recto. Para tomar de manera efectiva la temperatura requiere entre 4 y 6 minutos. Si se coloca en la boca, es muy importante que el niño no lo muerda, pues el mercurio se puede escurrir y causar algún daño.
OÍDO: Se coloca en el canal auditivo y mide el calor en el tímpano y el tejido que lo rodea. Es el más fácil de usar y también tiene una pantalla digital donde se muestra el resultado de manera casi inmediata.
Recuerda que los más importante es saber utilizarlos para elegir el termómetro ideal para obtener un resultado correcto y un lectura fiable y poder hacer frente al diagnóstico.
