Rehilete. Juguete rebelde

El rehilete es un un juguete compuesto por una varilla a la que se encuentra clavado, en la parte superior, una figura de aspas de un molino que con el aire, giran y giran sin parar. En otros países se le conoce como: molinillo, molinete, remolino o, renglete. 
En mi infancia, mis padres nos llevaban a mis hermanas y a mí al parque a jugar con ellos, sobre todo cuando el clima se prestaba para disfrutar del espectáculo de colores que este juguete nos regalaba. El “rehilete” simboliza libertad y movimiento: es mágico, ya que capta tu atención y echa a volar tu imaginación. 
Hoy te invito a que con materiales que tenemos en casa y a la mano, puedas elaborar este objeto que puede servirte como decoración para tu casa, para tus fiestas e incluso para entretener a tu hijo (a). Los colores y tamaños pueden ser muy variados depende de tus los gustos y del uso que desees darle. Asi que manos a la obra: 
MATERIALES:
  • Una hoja de una revista, de papel, una cartulina u hoja de periódico que tengas a la mano. En mi caso ocupare una página de un libro de cupones. 
  • Tijeras
  • Lápiz con goma
  • Tachuela o alfiler
  • Resistol o pegamento
  • Popote o palito de madera
MODO DE ELABORACIÓN:
  1. Toma una punta de la hoja o la página y dobla hasta que formes un cuadrado y corta el pedazo que te sobre. (Fotos 2 y 3) 
  2. Ya que tienes tu cuadrado, doblalo nuevamente a la mitad. (Foto 4)
  3. Extiéndelo y corta tu cuadrado por cada una de sus esquinas un poco más de la mitad de cada una, para que te permita doblarlo y juntar en el centro las puntas (Fotos 5 y 6)
  4. Ya que están dobladas las puntas, coloca resistol o pegamento punta sobre punta y posteriormente en el centro clava la tachuela o el alfiler de modo que pase del frente y salga la punta por detrás de la figura, después introduce el popote y coloca la goma del lápiz como sello protector. (Fotos 7 y 8)
  5. Por último, tu “rehilete” ha quedado listo. (Foto 9)
Ahora solo elige el lugar al aire libre donde lo jugaras o el lugar en tu casa que adornará.


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Berrinchitos

El ser mamá sin duda ha traído consigo preocupaciones cuando de rabietas y berrinches se trata. Es incómodo el estar de pronto en un lugar público y que tu hija comience a gritar, patalear, tirarse al suelo y por ende, las miradas de todos los que te rodean se encuentran fijados en ti. 
Existen tres razones básicas por las que un nene o nena utilizan el berrinche:

1.- Como medio de expresión de emociones, frustraciones, enojo o tristeza.

2.- Quieren algo material o simplemente que le hagas caso.

3.- Quieren dejar de hacer algo que necesitan hacer.
El berrinche es parte del proceso de crecer, es una forma de expresar y controlar sus emociones, pero se vuelve “anormal” cuando es usado “constantemente”. Como padres debemos aprovechar esta etapa para ayudarles a que ellos aprendan “el auto control” marcando “límites”.
Algunos consejos que les comparto:
  • Ignorar el berrinche. No accedas a lo que tu hijo te pide durante la rabieta. 
  • Re-direcciona su atención hacia otra cosa. Dile palabritas al oído como: “Mamá esta aquí, te amo y debes calmarte”. 
  • Crea un “lugar específico para berrinches” y envíalo (a) ahí para que se calme unos minutos, hazle saber que el gritar o llorar es inadecuado, que respire profundamente y cuando se tranquilice abrázalo (a). 
  • Manifiesta empatía cuando tu hijo (a) no obtenga lo que quiere. “Me queda claro que estás enojado (a) pero no voy a darte lo que me pidas”. 
  • Antes de salir de casa, platica con tu hijo (a) sobre el comportamiento que debe tener, que puede hacer y que no. 
  • En ocasiones, abrazarlos con amor sin enojo puede calmar el berrinche. 
Es una tarea difícil que como padres debemos pasar, pero sin duda, el lograrlo ayudará a fortalecer el lazo familiar, el autocontrol en ellos y el carácter. 
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