“No se puede comer pinole y chiflar al mismo tiempo”, así dice un dicho muy popular que las abuelas y mamás solían decirnos cada vez que tratábamos de hacer dos cosas incompatibles a la misma vez o el que dice “El que tiene más saliva traga más pinole” una frase que sentencia la realidad, puesto que para comer el pinole en polvo se necesita de una gran cantidad de saliva para alcanzar a disolverlo y este dicho hace alusión a la capacidad de una persona astuta, de salir avante siempre ante cualquier situación. Refranes populares que recuerdo eran muy frecuente escucharlos en mi infancia. La palabra “pinole” proviene del término pinolli (en náhuatl: maíz molido y tostado). El pinole es uno de los postres más emblemáticos de nuestro México que está hecho a base de maíz y dulce de piloncillo o azúcar morena. El pinole lo acostumbramos a comer en polvo granulado como golosina o disuelto en aguas frescas o atoles. Hoy les comparto como hacer una agua fresca de pinole. Una especie de agua de horchata pero mucho más rica y deliciosa.
Ingredients
- 1 taza de pinole
- 1 ½ tazas de leche entera
- 1 litro de agua
- 1 cucharada de esencia de vainilla
- Azúcar al gusto
Instructions
- Vierte todos los ingredientes dentro de una jarra grande y mueve hasta que se disuelva el azúcar. Refrigera hasta que esté bien fría o agrega hielo.
Esta bebida se puede servir en las tres comidas y además se dice que el pinole posee propiedades medicinales ya que es un excelente remedio para combatir el malestar estomacal y la gastritis y cuando se está embarazada, ayuda a la mujer a reforzar la matriz. Sin embrago, te aseguro que te encantará su sabor y consistencia. El pinole suele encontrarse en cualquier tienda donde venden productos mexicanos o latinos.
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Cuéntame, ¿Has probado el pinole?, ¿Qué receta con pinole es tu favorita? Me encantara leerte.
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