Crónica de un embarazo anunciado

Crónica de un embarazo anunciado. Queridos amigos, mis niñas quieren compartir una gran noticia con todos ustedes. ¿Adivinen quienes tendrán un nuevo hermanito o hermanita?… Pues sí, Elena e Isabella se están preparando para la llegada del nuevo miembro de la familia. Ellas están muy felices y contentas con la noticia. Y según el ultrasonido y las cuentas de una mujer embarazada, estoy llegando a la semana 16 y nuestro bebé llegará a mediados de febrero del 2018. Para mi esposo y yo, es una gran bendición poder estar embarazados nuevamente y aunque cada embarazo es distinto, este no dista mucho de ser diferente a los anteriores,  pues los síntomas durante estos primeros meses han sido muy similares a los anteriores. He tenido esas molestas náuseas matutinas, ese cansancio, pesadez y sueño que me invaden por las tardes y esos antojos raros como que cada mañana debo comer un plátano acompañado con un vaso de leche.

En mi cuerpo todavía no se nota, pero intuyo que ya faltará poco para que sea más evidente. Por ahora solo estoy comiendo más saludable ya que empiezo el embarazo con varias libras extras y por recomendación de mi doctora estoy montando la bicicleta todos los días para ayudar a mis músculos de la pelvis a estar más fuertes para el gran día de la llegada de nuestro nuevo amor y por supuesto no pueden faltar en la lista las vitaminas prenatales. Nuestra familia esta creciendo y es maravilloso ver como el amor nos une cada día más.

Hace una década atrás en mi mente no me pasaba ni la más remota idea de la maternidad. Mi vida estaba enfocada a mi desarrollo profesional. Sin embrago, los tiempos de Dios son perfectos y desde aquella primera vez que me me embarace, descubrí que el ser madre es un estado de vida que te permite crecer como ser humano. Hoy teniendo a mi lado dos pequeñas, no hay día ni fecha del calendario que no me sienta la mujer más dichosa de este mundo. A pesar de estar lejos de mi país, hoy mi pequeña familia, hacen que mis días sean maravillosos y que la nostalgia de estar lejos, sea sólo un dolor pasajero. 

Este será mi último embarazo ya que se hemos decidido cerrar la fábrica y ahora si, disfrutar de ver crecer a mis hij@s dándoles nuestra mejor energía y nuestros mejores años. Pero mientras llega el momento de tener a mi bebé en mis brazos, mi corazón late muy intensamente cada día como aquella primera vez. 

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