Cuando de pronto echamos un vistazo hacia atrás, damos gracias a nuestros padres por cada uno de los sacrificios que tuvo que hacer para que hoy como papás podamos tener determinadas cosas materiales y una profesión laboral que nos respalda, pues ellos trataron de darnos lo que ellos no tuvieron de pequeños por falta de apoyo o porque la condiciones económicas de nuestros abuelos no alcanzaron para ello. Hoy como familia, deseamos darles a nuestras hijas lo que de pequeños no tuvimos.
Hoy en día los medios de comunicación nos bombardean con propaganda publicitaria con los juguetes y aparatos electrónicos en tendencia que cualquiera adulto o niño desearía tener en casa. Todos queremos comprar y conseguir al mejor precio los regalos que daremos a nuestros familiares y amigos olvidando muy a menudo por el ajetreo y la rapidez con la que vivimos dar “Gracias”.
En esta época de fiestas y festejos es de suma importancia inculcar a nuestros hijos desde el seno familiar a ser agradecidos y solidarios con los demás. He aquí algunas acciones que podemos practicar para enseñarles el valor de ser agradecidos con nuestros semejantes.
1.- Es bien importante integrar el valor de ser agradecidos en nuestra rutina diaria. Todos los días, en casa, hablen en familia de como les fue en su día y al final de la charla cuestionen sobre lo que desean agradecen que les haya sucedido. Con ello, les estaremos enseñando a nuestros hijos a apreciar los pequeños detalles de la vida.
2.- Seamos agradecidos con nuestros hijos. Es bien importante hacerles sabedores de lo agradecidos que estamos de ser sus papás y tenerlos como hijos. Resaltando sus buenas acciones estaremos fortaleciendo su autoestima y confianza en sí mismos y los lazos familiares serán cada vez más fuertes.
3.- Ayudemos al prójimo en estado de necesidad. Existen centros comunitarios en nuestras comunidades e Iglesias así como programas en las escuelas de nuestros hijos cuya misión se centra en la recolección de alimentos y artículos de primera necesidad para hacer donaciones a familias de bajos recursos económicos y de precaria situación de vivienda. Haciendo una pequeña despensa para ayudar a estas personas, es una buena manera de ser agradecidos.
4.- Practiquemos la generosidad. Cada año muchos juguetes en buen estado son sustituidos por otros “nuevos” y nuestros hijos suelen abandonarlos sin volver a utilizarlos, así como también muchas prendas de ropa van quedando rezagadas en los armarios y cajones siendo esta temporada una excelente oportunidad de hacer felices a otros niños donando lo que ya no es útil para nuestros hijos en casa.
5.- Si vives cerca de un asilo, es una excelente oportunidad para compartir un rato acompañando a las personas mayores. Estar con ellos te permitirá hacerlos sentir importantes y queridos y de seguro te darás cuenta que en esas conversaciones podrás conocer un poco más de lo que sus corazones, a pesar de su edad, tienen para dar y compartir con los demás.
6.- Asiste a comedores sociales. En ellos podrás poner tu granito de arena para ayudar a las personas que menos tienen y están en condición de calle.
7.- Y lo más importante da las “gracias” a las personas que te brinden su ayuda o la prestación de un servicio como una manera de agradecer su tiempo y su trabajo y hacerlos sentir valiosos.
Con perseverancia y paciencia podemos ayudar a construir un mundo mejor para nuestros hijos desde el corazón de nuestro hogar.
¡Feliz Día de Acción de Gracias!.
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