El calor ya se siente en mi ciudad y las flores empiezan a decorar las yardas de mi vecindario. Además en unos días estaremos celebrando el Día de la Tierra y que mejor oportunidad el de empezar a involucrar a las más pequeñas de la casa en el cuidado del medio ambiente mediante la práctica de la jardinería que nos permite aprovechar el sol, el aire fresco, hacer un poco de ejercicio y motivar la convivencia familiar.
Es importante que como papás pongamos la semilla del amor por el medio ambiente en nuestros hijos. Ya que es una manera de mostrarles que la Madre naturaleza es benevolente con nosotros y que de vez en cuando debemos retribuirle un poco de lo mucho que nos da. Cuando están pequeños es el momento perfecto para hacerlo. He aquí mis lecciones de vida:
Planificación.
Vivimos enfocados en el futuro, en el ajetreo y el bullicio de la vida cotidiana que nos perdemos de pronto del presente. El planificar el cuidado del jardín con nuestros hijos les enseñará disciplina y la planeación. Nosotros pensamos que la tierra y las flores nos permitirían embellecer nuestra yarda y sería una actividad segura para nuestras pequeñas. Hicimos las compras pertinentes. Fuimos a la tienda y compramos violas, impacientes, petunias y cempasúchiles. Los colores de las flores fueron elegidos por Elena, así que además fue una actividad divertida para toda la familia.
Cooperación.
Las niñas estuvieron felices. Todos trabajamos juntos para embellecer nuestra yarda. Para lo cual asignamos algunas tareas: papá y mamá se encargaban del trabajo rudo, hacer los hoyos y plantar las flores, mientras que Elena ayudaba a elegir el lugar para cada una de las flores. Por su parte Isabella fue nuestro juez, ya que ella veía y se divertía gateando sobre el pasto. Participamos todos y con tareas asignadas el trabajo fue más fácil.
Paciencia.
Las plantas toman tiempo para crecer. El cuidado de la yarda enseñará a nuestros hijos a ser pacientes y saber que para cosechar buenas cosas hay que saber esperar. Cuando las flores vayan creciendo y multiplicándose nuestros hijos podrán empezar a ver los resultados de su trabajo.
Diligencia y consistencia.
Es importante hacer del cuidado de las plantas un hábito. Es importante mantener limpia nuestra yarda por lo que la tarea se prolongará y exigirá tiempo y esfuerzo de toda la familia para quitar las malas hierbas, fertilizar y regar las flores de manera cotidiana para nutrirlas y mantenerlas en buenas condiciones. Cuando los niños aprenden a prestar atención diligente y consistente para su jardín, ellos sin duda alguna serán unos adultos responsables.
Uno pone y Dios dispone.
Puede que nuestras flores no se logren, que alguna plaga las afecte o el clima les perjudique. Sea cual sea el problema que pueda dañarlas, es importante preparar a nuestros hijos y hacerles saber que a veces las cosas no salen bien. La jardinería es como la vida misma. Hay tantos éxitos y fracasos que se aprenden lecciones en el camino y conforme pasan los años se adquiere experiencia. Si manejamos las decepciones con gracia, nuestros hijos aprenderán a hacer lo mismo.
Emprende la tarea, prepara tu jardín y enseña lecciones de vida a tus hijos. Quieres empezar tu propio huerto checa como hacer uno: Crea tu propio huerto en casa DIY.
Me encanta trabajar en el jardín y te cuento que me gusta tu post. Toda la familia ayudando hasta la bebé! Hermosas fotos y gracias por los consejos.
Están hermosas tus fotos! Y también tu jardín y tus niñas! Que linda es esta época que inspira con sus colores y renacer.
Hermoso jardin. Nosotros hemos estado trabajando tambien en el nuestro, esperamos pronto este lista la cosecha.
Me encanta como te ha quedado el jardín. Las flores de colores están preciosas.