Una de las actividades rutinarias que más cuesta trabajo es lograr que toda la familia vaya a la cama a descansar por las noches, sobretodo cuando hay niños en casa. Para muchas familias, la hora de acostarse es una actividad estresante ya que si no se logra tener un buena calidad de sueño por las noches se convierte en un tremendo reto durante el día, pues los niños que no duermen lo suficiente muy a menudo se encuentran cansados, irritables, de mal humor y presentan dificultades para concentrarse. Esto afecta su comportamiento en el hogar y en la escuela y los papás podemos llegar a un estado de cansancio y de estrés que fácilmente conlleva a la pérdida de la paciencia. A continuación te comparto unos pequeños consejos para ayudar a los pequeños de la casa a desarrollar hábitos de sueño saludables que beneficien a toda la familia.
- Identifica las posibles causas de las dificultades para ir a la cama.
Algunos niños tienen dificultad para conciliar el sueño por sí mismos y necesitan ser arrullados, abrazados o alimentados hasta que se duermen. Otros, tienen dificultades para hacerlo si no han realizado actividades físicas o han tenido demasiada actividad antes de acostarse. También muchas veces el temor, la ansiedad o el estrés pueden mantener a los niños despiertos. Y en otras ocasiones, los padres alentamos accidentalmente malos hábitos de sueño por ceder a lo que nuestros hijos quieren (como ver la televisión por las noches) con el fin de evitar discusiones. Estas son sólo algunas de las cosas que pueden afectar los comportamientos de los niños antes de dormir.
- Sigue una rutina constante.
Establece una rutina de sueño constante que ayude a tus hijos de manera eficaz a hacer la transición entre mucha actividad durante el día a un ambiente de tranquilidad y silencio por la noche. Revisa la rutina de tus niños a la hora de ir a la cama y discute con ellos si desean añadir o cambiar alguna medida. He aquí nuestra rutina para ir a la cama que quizás pueda ayudarte:
– Jugamos en voz baja antes de acostarnos.
– Cepillamos los dientes.
– Vamos al baño.
– Vamos a la cama a la hora establecida todos los días.
– Leemos un libro.
– Damos las buenas noches.
– Nos quedamos en cama hasta la mañana siguiente.”
- Prepara a tus hijos para continuar la rutina.
Haz una lista, dibuja o imprime las fotografías que muestran cada paso de la rutina. Habla con tus hijos acerca de cada paso y motívalos a practicarlos diariamente. Esto permite que ellos practiquen la rutina de sueño.
- Ayuda a hacer la transición del día a la noche.
Por lo menos 30 minutos antes de la hora de acostarse, dile a tus hijos que se acerca la hora de ir a la cama. Empieza por apagar todos los aparatos electrónicos y hazlos partícipes en una actividad tranquila como armar un rompecabezas, colorear o simplemente leer. Luego de 10 o 15 minutos antes de la hora de acostarse, dile a tus pequeños que es el momento de terminar la actividad.
- Celebra cuando tus hijos siguen la rutina para ir a la cama.
Esto permite que tus hijos sepan que estás notando sus esfuerzos y que los alientas a seguir intentándolo. La celebración funciona mejor cuando es específica, sincera y se centra en el comportamiento bien hecho. Por ejemplo: ¡Has cepillado tus dientes y fuiste al baño. Estás haciendo un gran trabajo!.
Recuerda que el sueño es una necesidad humana básica. Nuestros cuerpos y cerebros necesitan tiempo para descansar y prepararse para el día siguiente. Desarrollar rutinas antes de dormir es una manera de ayudar a los niños a desarrollar hábitos saludables para dormir que durarán toda la vida. Es un regalo para ambos, tanto para los niños como para nosotros los papás.
Cuéntame, ¿Que hábitos manejas para ayudar a tus niños a tener una rutina de sueño saludable?. Me encantará leerte.
Me encantaron tus consejos 🙂
Gracias por la visita Denisse!. 🙂